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Autor: Inma Gonzalvo
Las empresas del sector de la alimentación avanzan en diferentes procesos de transformación digital con el objetivo de ganar seguridad alimentaria, eficiencia y competitividad. La Inteligencia Artificial está jugando un papel clave en esta transformación digital del sector.
La industria española tiene todavía que afrontar importantes retos en los próximos años para completar el proceso de transformación digital. No obstante, ya se están dando muchos pasos en este sentido. La digitalización de procesos productivos y cómo está modificando la Inteligencia Artificial la innovación de producto y la relación con el mercado, son dos de los temas clave que están abordando las empresas del sector.
Uno de los impactos de la Inteligencia Artificial y la digitalización de mayor relevancia en el sector es la transformación de las plantas productivas en “Smart Factories”, generando fábricas más flexibles y eficientes, capaces de absorber variaciones de la demanda del mercado y orientándose hacia una fabricación flexible. En todo este proceso, la Inteligencia Artificial y el correcto análisis de la gran cantidad de datos que se generan tienen un papel fundamental que jugar y tiene un impacto importante en la eficiencia operativa de las fábricas.
Para hacer realidad esta visión de “Smart factory”, empresas y proveedores de conocimiento y tecnología deben trabajar codo con codo, ya que el éxito en este tipo de iniciativas depende de la comprensión profunda de la realidad de la empresa y el mercado por parte de esos colaboradores.
Ante el reto de disponer de procesos productivos cada vez más flexibles, conocer cuáles son los principales impactos y transformaciones que la Inteligencia Artificial puede producir desde vuestro el punto de vista de la producción de alimentos es crucial.
Por otra parte, El sector se encuentra en un contexto de rápidos cambios en términos de demanda de consumidores y cambios de tendencia. Además, junto a esto se esperan cambios disruptivos en el sector en términos de nuevos ingredientes, nuevas preocupaciones del consumidor, etc.
Ante este contexto, parece que la clave está en tener la capacidad de escuchar bien al mercado, anticiparse en lo posible y sobre todo adaptarse rápido a los cambios que se vayan produciendo en la demanda. En definitiva, reducir el “time-to-market”. Por otra parte, disponemos de más información que nunca para seguir y anticipar lo que pasa en el mercado. Las empresas tienen ante sí un reto importante en este sentido.
Para acelerar las innovaciones de producto y hacerlas más eficientes, las empresas del sector tienen numerosos retos que abordar. La Inteligencia Artificial y el “Big Data” van a jugar un papel fundamental para mejorar ese “time-to-market”. Por ello, aliarse con proveedores de conocimiento y tecnología que permitan superar las barreras y conseguir los retos es clave.
Fuente: ainia.es
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