Autor: Blog Nueva ISO 9001
La mejora continua se puede resumir en dos elementos básicos, que no dejan de reafirmar su importancia. La mejora continua debe ser según la norma ISO 9001, un compromiso inequívoco de la alta dirección. Ya que son ellos los que deben tomar conciencia de esta realidad, para poder transmitir de este modo este compromiso al resto de estratos de la empresa u organización.
Si la mejora continua no nace desde las estrategias a largo y corto plazo de la organización, es muy complicado que se pueda implementar un sistema de gestión de calidad de forma satisfactoria.
La mejora continua se basa en identificar desviaciones, incumplimiento de requisitos, o como se denominan de forma técnica “no conformidades”. Una vez que se definen estas desviaciones, existe la posibilidad de aplicar acciones correctivas para corregir las no conformidades.
Lo que repercute en la mejora de los procesos es cuando se incide o soluciona la causa que motivó ese incumplimiento y su gestión impide que vuelva a suceder.
Al hablar de mejora continua, se suele pensar en un ciclo o flujo constante de acciones que son de obligada aplicación. Es lo que se conoce como ciclo Deming o ciclo de mejora continua.
La aplicación de este ciclo debe llevarse a cabo de forma continua, con planificación que no deben exceder el año, y como decía al inicio de este artículo, partiendo desde la alta dirección. Como todo flujo tiene unas fases diferenciadas, que son las siguientes:
Las áreas clave para lograr la mejora continua en ISO 9001
Es necesario que la empresa tenga que considerar la mejora continua como un propósito ineludible que debe estar presente en todos los procesos y procedimientos. La mejora continua en la norma ISO 9001 se produce como resultado del desempeño que lleva a cabo la empresa en su Sistema de Gestión Calidad.
El sistema de gestión de calidad
El sistema de gestión enmarca los diferentes procesos que la empresa debe implementar para conseguir cumplir con los requisitos de un estándar de calidad. El sistema de gestión de calidad y la satisfacción de las necesidades de los clientes son los elementos clave para conseguir la mejora continua.
La responsabilidad de la alta dirección
La norma ISO 9001 reconoce que la efectividad del sistema de gestión de calidad dependerá del compromiso y el liderazgo de la alta dirección. Puede que sea necesario que la alta dirección delegue responsabilidades, como:
Gestionar los recursos
La alta dirección deberá proveer de los recursos necesarios para la correcta implementación y mantenimiento del sistema de gestión de calidad. Además de los recursos económicos y tecnológicos, la mejora continua en la norma ISO 9001 necesita:
Producción
En el área de producción se encargarán de diseñar, desarrollar, producir y entregar bienes y servicios conformes con las necesidades y expectativas de los clientes. Con el fin de contribuir con la mejora continua, el proceso de producción tendrá que ver:
Medir, analizar y mejorar
La norma ISO 9001 requiere que la empresa mida, analice, evalúe y mejore sus procesos para:
Fuente: nueva-iso-9001-2015.com
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