Autor: Food News Latam
Los menores y los trabajadores agrícolas por fin obtendrán protecciones tan esperadas. Hoy, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) prohibió todos los usos alimentarios del pesticida clorpirifós, un agente nervioso. De acuerdo con la nueva regla presentada por la EPA, el permiso para su uso en alimentos se revocaría seis meses a partir del momento en que la agencia publique su decisión en la gaceta oficial conocida como Registro Federal, lo que podría tomar días o semanas. Asimismo, el uso no alimentario del pesticida, como en viveros y para control de insectos, estarían sujetos a revisión para el próximo año. La agencia publicará su preaviso de cancelación en la tarde de hoy.
En abril, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito ordenó a la EPA prohibir todos los usos del clorpirifós sobre alimentos o retener solo la utilización que considere segura para los menores, como resultado de una demanda presentada por organizaciones laborales y de salud representadas por Earthjustice.
“Tomó demasiado tiempo, pero los niños y niñas ya no consumirán alimentos contaminados con un pesticida que causa discapacidades de aprendizaje intelectual. El clorpirifós finalmente desaparecerá de nuestras frutas y verduras”, dijo Patti Goldman, la abogada de Earthjustice. “Pero el clorpirifós es apenas una de docenas de pesticidas organofosforados en nuestros campos que pueden dañar el desarrollo de los menores. La EPA debe prohibir todos los organofosforados de los alimentos".
A principios de este mes, Earthjustice publicó un informe que muestra el uso generalizado de clorpirifós en los Estados Unidos y cómo el país está expuesto a este pesticida mediante el agua potable, los alimentos y el aire. Este informe documenta la ubicación y la cantidad de uso de clorpirifós en el país, así como los efectos peligrosos para la salud asociados con la exposición. Los datos analizados por Earthjustice, que incluyen información sobre otros 16 organofosforados, están disponibles para que el público obtenga información y explore en una base de datos de búsqueda a través de earthjustice.org/organophosphates.
Los estudios de la Universidad de Columbia, la Universidad de California - Berkeley y otras instituciones de renombre muestran que el clorpirifós puede dañar el cerebro en desarrollo de los niños, causando un coeficiente intelectual reducido, pérdida de memoria funcional y trastornos por déficit de atención. El clorpirifós es solo uno de una clase de sustancias químicas conocidas como plaguicidas organofosforados (OP), incluido el gas nervioso sarín. Desarrollados por primera vez por los nazis para la guerra química, los OP se reutilizaron más tarde para usos agrícolas. Decenas de organofosforados se utilizan en frutas y verduras en los Estados Unidos.
Fuente: foodnewslatam.com
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